Feeling of the heart | Hikayess | Oneshot

Título: Feeling of the heart  

Pareja: Yaotome Hikaru/Yess♥ (Hikayess).

Género: Hetero, romance.

Extensión: Oneshot (1.657 palabras).

Trama: Fluffy (WAFF).

Fiction Rated T (16+).

Nota: Este oneshot que les traigo hoy va especialmente dedicado a mi preciosa Yess, que hoy es su cumpleaños y para conmemorar tan especial día le escribí esto de regalo♥. Lo que más deseo es que te guste y lo disfrutes. Te quiero mucho bonita mía, nos conocemos hace tan poco y ya te volviste una persona extremadamente importante en mi vida, y siempre lo vas a ser, de eso estoy segura. Enserio espero que te guste, y muy feliz cumpleaños♥.

Hikaru corrió con todas sus fuerzas hacia el inmenso parque por donde había visto que su amiga había desaparecido.

-Debo encontrarla, debo encontrarla.-Se repetía una y otra vez, mientras sentía el latir desenfrenado de su corazón a cada paso que daba. Al ya haber recorrido varios metros, se detuvo un momento para recobrar el aire, aprovechando aquella oportunidad para recorrer  aquel verdoso sitio con la mirada, sintiéndose decepcionado al no haber hallado lo que quería.

Sin intenciones de observar por más tiempo aquella lastimosa escena, dio media vuelta, comenzando a caminar en dirección a su departamento, mientras decenas de saladas lágrimas, acariciaban ferozmente sus mejillas, dejando con ellas marcas de dolor.
No hubo necesidad alguna de utilizar las palabras, solo... Solo acercaron sus rostros como si aquello fuera la cosa más obvia del mundo, hasta quedar a apenas un roce de distancia. Sus labios, impregnados de una necesidad terrible, por fin se unieron a los del otro, acariciándose de la forma más placentera que se les permitía, moviéndolos de arriba hacia abajo mientras ladeaban sus cabezas hacia un lado y hacia el otro. 
Hikaru largo una carcajada al escuchar tales palabras acompañada de tan aparente seria mirada, que al escuchar su risa alegre, se vio reemplazada por una dulce sonrisa.

-¡Hikaru!-Gritaron a su espalda. Por un momento, por una milésima de segundo había creído que era ella, que ella le llamaba. Pero no, solo era Mina-chan.

-Ah, Mina-chan. ¿Qué ocurre?-Preguntó Hikaru sin siquiera mirarle.

-¡¿Cómo que qué ocurre, Hikaru?! Estamos en nuestra cita, ¡No puede salir corriendo como un loco solo porque tu amiguita nos vio besándonos!

-Mira Mina-chan, en este momento estoy ocupado, tendremos que cancelar nuestra cita.- Le contesto el alto con fastidio, totalmente arrepentido de haber accedido a aquella cita que en nada cambiaría su situación actual: Locamente enamorado de su mejor y única verdadera amiga, Yesy-Chan.

-¿Ha? Es una broma ¿Verdad?-El joven solo le observó obvio.-¡Hikaru, dime que es una broma!

-Lo siento, Mina-Chan.

-Hikaru... ¡Eres un idiota! ¡No puedes ir corriendo tras ella cada que te vea con alguna muchacha! ¡Sabes que tú a ella no le gustas!-Le gritó Mina con furia.

-Adiós.-Masculló Hikaru enfadado mientras comenzaba a caminar, dejando a la sobre maquillada muchacha gritándole sola, con miradas extrañadas sobre ella.

Sabía exactamente bien que no era correspondido, pero no le importaba. Esa ocasión no había sido como las otras. Puede que la situación sí, él con una chica, y de repente observa como Yesy-Chan pasa por allí cerca, y se aleja se la muchacha que segundos antes tenía en brazos y corría hacia donde Yesy se había marchado, asegurándose de que ella no estuviese enfadada. Sí, patético, pero esa era la realidad. Y en esa ocasión algo había cambiado. La mirada de Yesy no era la misma, y eso le asustaba.

-Yesy...chan.-Murmuró al verla dentro de una cafetería por la que en ese momento se encontraba sobrepasando tranquilamente. Yesy se encontraba en una de las mesas del centro, algo totalmente extraño porque a ella le fascinaba beber una fresca soda sentada en los asiento de junto a la ventana, jamás en el centro del local. También había algo diferente... no estaba sola.

Un joven un poco más alto que él, de cabellos oscuros y vestimenta juvenil, muy a la moda, le acompañaba en ese mismo momento. Se veían tan... Monos juntos, que le dio asco. Asco y tristeza, dolor e impotencia, celos y envidia. Todo lo contrario a algo lindo, porque no era él el que estaba junto a ella. Esa no era la imagen que tenía Hikaru de Yesy-chan con un muchacho, porque siempre ese muchacho había sido él. En su cabeza había tenido una y mil fantasías junto a Yesy, en donde ambos eran una pareja feliz, yendo al parque, a tomar un helado, al parque de diversiones, siempre juntos. Juntos y felices.

-¡Maldición!.-Masculló con lágrimas en los ojos. Jamás habría imaginado lo doloroso que podría haber sido  ver a la persona que más amaba en este planeta junto a otra persona. Simplemente era horrible y doloroso.
Ya habían pasado más de una semana desde que había tenido su cita junto a Mina-chan. En todo ese transcurso de tiempo había evitado tan evidentemente a Yesy-chan, que en un par de ocasiones le había preguntado por qué le evitaba o por qué se rehusaba no pasar tiempo con ella cuando, días antes, eran casi inseparables. Pero él jamás le contesto. Simplemente ahorraba saliva y seguía adelante, ignorándola por completo. Pero sabía que Yesy-chan no era de esas personas que te dejaban ir como si tal cosa no les afectara, ella le insistiría hasta colmarle la paciencia  a ambos.

Con tranquilidad tomó su teléfono que descansaba sobre su mesita de luz, y marcó esperando que la llamada entrase y que la persona del otro lado de la línea le contestase.

-Moshi, moshi.-Se escuchó la voz de Mina-chan del otro lado.

-¿Mina-chan?- Le contesto Hikaru con voz dulce.

-¿Qué quieres Yaotome Hikaru?-Respondió la chica cortante.

-Quieres... ¿Salir conmigo? Me comporté como un idiota en nuestra última cita, y me gustaría recompensarte con un delicioso helado de chocolate, ¿Que dices?-Preguntó en un fingido excelente estado de ánimo.

-¿Lo dices en serio?

-¡Claro!

-Pues, entonces... ¡Sí! ¿Dónde y cuándo?-Preguntó alegre.

-Hoy mismo, en el parque de la otra vez. Allí cerca venden unos helados en verdad exquisitos, y me encantaría que los probaras. ¿Qué dices?

-¡Que me parece perfecto! Entonces nos veremos en un par de horas. Jane!

-Jane...-Murmuró al haber escuchado tono.- Esto es... Horrible.-Se dijo a sí mismo, sintiendo aquella opresión en su pecho aún más intensa, que en los anteriores días. En verdad le dolía salir con otras muchacha, pero no encontraba otra forma  de olvidarse de Yesy. Debía hacerlo si era que no quería sufrir más...

-¡Waaa! ¡Esto sí que es delicioso!-Exclamó Mina-chan feliz.

-Nee, ¿Verdad?-Preguntó Hikaru aparentando estar de excelente humor. En verdad se sentía sofocado. Sentía hormigueos en la boca de su estómago desde que había marchado de casa, y por alguna extraña razón, no dejaba de pensar en otra cosa que no fuera Yesy.

-¡Hikaru!-Le llamo de repente Mina-chan, provocando que él se volviese hacia ella casi al instante, pero lo que recibió a cambio le desconcertó enormemente. Apenas su rostro estuve frente al de Mina-chan, ella le besó como si aquello fuese lo último que haría en su vida. No pudo reaccionar ante tal contacto. Mantenía los ojos abiertos más de los normal, y sus manos habían quedado congeladas en el aire mientras Mina movía sus labios sobre los suyos sin esperar respuesta alguna.

Y fue entonces cuando lo entendió todo.

Yesy se encontraba a algunos metros de distancia, observándolos con lágrimas en los ojos, en el suelo habían un par de bolsas del súper con su contenido esparcido sobre el mismo suelo. Los ojos se Hikaru se encontraron con los rencorosos ojos de la joven de cabellos oscuros, y fue cuando, de forma inmediata, reaccionó. Tomo a Mina-chan de los hombre y a alejo de forma un tanto brusca hasta que sus labios estuvieron seguros de los de ellas. Y justo cuando se ponía de pie para correr hacia Yesy-chan, ella tomo los productos alimenticios que se encontraban esparcidos sobre el suelo y, colocándolos en sus bolsas correspondientes, se puso de pie y se volteó para comenzar a correr en dirección opuesta a Hikaru.

-¡Eso fue estúpido! ¡Ten por seguro que esto no se volverá a repetir jamás!-Exclamó furioso hacia Mina al haberse puesto de pie y, echándole una última mirada de odio, comenzó a caminar para tomar fuerzas y comenzar a correr al instante, divisando a lo lejos la figura de Yesy que se dirigía hacia su departamento que se encontraba a algunas cuadras más adentro de la ciudad.

Tan pronto como sus piernas se lo permitían, logró darle alcance a Yesy quién en ningún momento se volteó a observarle o se detuvo a tomar aire.

-¡Yesy!-Gritó Hikaru, pudiendo ver cómo el cuerpo de la muchacha se tensaba y comenzaba a aumentar de velocidad, cosa que tuve que copiar y correr aún más rápido. Al correr por más de cuatro cuadras, llegaron al edificio en donde Yesy vivía. Sin detenerse siquiera un segundo, Yesy comenzó a subir las escaleras de emergencia evitando usar el ascensor, siendo seguida por Hikaru que de igual manera no se detuvo. Al llegar al tercer piso la joven intentó aumentar de velocidad, cosa que no pude por falta de energías. Pero a Hikaru aún le quedaban fuerzas para continuar por lo que justo en el momento en que Yesy llegaba a la puerta de su apartamento, le alcanzó, quedando detrás de ella. En un acto impulsivo colocó ambas manos a cada lado de la cabeza de Yesy, reposándolas sobre la fina puerta de madera, mientras Yesy quedaba literalmente acorralada por el cuerpo de Hikaru.

Ambos tenían la respiración demasiado agitada, sus corazones palpitaban a mil y sus mejillas se encontraban rojas y acaloradas, pero ninguno decía palabra alguna.

De manera sutil Hikaru alejo sus manos de la puerta del apartamento de Yesy para dirigirlas a los hombros de la misma y voltearla rápidamente, sin darle tiempo de hacer nada, y volviendo a colocar sus manos en donde antes estaban, ahora teniendo el rostro de Yesy frente a él.

-¿Qué quier...-Comenzó Yesy siendo interrumpida casi al instante por el alto.

-¿Qué fue eso?-Preguntó Hikaru con expresión serena, ya con su respiración regularizada, al igual que la de la joven de ojos y cabellos oscuros.

-¿Que fue qué?-Le contradijo ella con un brillo particular en los ojos.

- ¿Por qué... Llorabas?-Ambos se hundieron en un mar silencioso, intercambiando miradas intensas, como queriendo saber qué era lo que pensaba el otro a través de sus ojos.

-Déjame Hikaru...-Aquello más que una queja o una molestia, sonó como si Yesy le estuviese rogando que le dejara en paz, sintiendo su voz algo temblorosa, y viendo cómo sus ojos comenzaban a verse vidriosos mientras lágrimas y lágrimas bajaban por sus mejillas hasta su mentón.

-Sabes que no puedo dejarte...-Le respondió Hikaru en solo un murmullo, rehusándose a levantar la voz sabiendo que si lo hacía, su voz sonaría débil y sofocada, y no podría detener aquel mar de lágrimas que no querían  hacerse esperar.

-Hikaru...-Murmuró siendo callada al instante por el muchacho que posó su dedo índice sobre los labios de ella.

-Yo... Lo siento. En verdad lo siento Yesy.-Cerró con fuerzas sus ojos, queriendo retener las lágrimas que estaban a punto de caer y, sintiendo un punzante dolor en su pecho, se alejó de la joven que le observó desconcertada e, ignorando la intensa sensación de por fin probar aquellos labios tan perfectos, se giro y comenzó a alejarse a paso lento de su posible primer verdadero amor...

-¡Espera!-Exclamó Yesy jalando con fuerza el cuerpo del muchacho, provocando que este, de forma inconsciente ,se volteara hasta quedar nuevamente frente a su rostro, ambos en pedía del pasillo del edificio.
Mientras sus lenguas se encontraban, entrelazándose y aferrándose a la otras mientras se acariciaban intensamente. Al mismo tiempo en el que Hikaru apegaba a la muchacha tomándola de la cintura, y ella acercaba aún más el rostro del muchacho hacia el suyo, tomando por el cuello mientras al mismo tiempo le acariciaba.

Sólo cuando la necesidad de aire, y la ansia de escuchar al otro fue muy grande, se separaron, regalándose pequeños besos a medida que lo hacían, hasta que por fin sus labios se vieron distanciado y sus ojos encontrados.

Simplemente... Simplemente lo comprendieron todo. Sus sentimientos se vieron tan claramente, que no había necesidad de utilizar palabras, solo... Solo con mirarse y.. Y besarse, podían decirse todo lo que sentían. Era algo tan obvio que se sentían estúpidos por no haberlo demostrado antes, sabiendo que aquellas sentimientos habían permanecido allí, en sus corazones, por tanto tiempo. En ese momento lo más importante era estar el uno con el otro, hasta que sus cuerpos se cansen de aquella, algo que parecía tan lejano y tonto al mismo tiempo.

-Solo... Solo no te vuelvas a ver con Mina-Chan.-Murmuró Yesy mientras acariciaba la mejilla izquierda de Hikaru con su dedo índice, viéndose aún aferrada a Hikaru quién la tomaba de la cintura.
-Pues, entonces tu tampoco te veas con ese chico con el que estaba la otra vez.-Le contestó Hikaru recibiendo una mirada de desconcierto de Yesy.

-¿Que chico?-Preguntó confundida.

-¿Aquel con el que estaba la otra semana en esa cafetería tan mona que tanto te gusta.- Le contestó con reproche Hikaru, fingiendo estar ofendido o algo por el estilo. Yesy solo sonrió ampliamente antes de contestar.

-Bueno, eso no va a ser posible. Estoy segura que mi primo querrá salir a dar un paseo en alguna otra ocasión, claro cuando vuelva a visitarme de Indonesia el próximo año.- Hikaru sintió cómo sus mejillas enrojecían al escuchar tal respuesta de parte de Yesy. ¡Con que era su primo! Dios, se sentía tan avergonzado.

-Bueno... En ese caso, tienes permitido ver a ese... Chico.-Contestó inseguro y de forma graciosa, provocando que Yesy riera.

-¿Y tú cómo sabías que había salido con "Un chico"?-Preguntó interrogante.

-Pues, porque te vi. Justo ese día yo...-Antes de continuar, se percató de la idiotez que estaba a punto de cometer, por lo que cayó antes de finalizar la oración.

-Ya lo sé. Estaba de cita con Mina-chan, ¿Verdad?-Hikaru le miro sorprendido.- Estoy segura que lo notaste, les vi.-Contestó la pregunta mental que se había formulado en la cabeza de Hikaru, haciéndole recordar que había abandonado la cita en la que estaba para buscar a Yesy, fue entonces que la encontró con ese chico que había resultado ser su primo.

-Creo que lo recuerdo... ¡Si! Tu tenias una muy mala cara, ¡Claro que lo recuerdo!

-¡Pues obvio que tenía una mala cara! No era lindo verte con Mina-chan mientras se besaban...-Contesto esto último en apenas un murmullo, sintiéndose totalmente avergonzada.

-Nunca te lo había dicho, pero... Eres hermosa.-Murmuró Hikaru, sintiendo como su corazón casi explota por su acelerado palpitar al ver aquel sonrojo pintado en las mejillas de Yesy, pensando en lo extremadamente perfecta que ve veía, y, sin poder contenerse, se acercó de nueva cuenta a su rostro hasta poder tocar sus labios con los suyos, y unirse a aquel juego de caricias del que jamás se cansaría.

-Te amo...-Murmuró Hikaru viendo aquel brillo en los ojos de su amada, aquel sonrojo, aquellos perfectos labios que tanto le tentaban a seguir probándolos una y otra vez más. Aquellos ojos tan oscuros como tan intensos, aquel cabello igual de oscuro que sus penetrantes ojos, acompañados de unas ondas que la hacía lucir aún más hermosa. Sus dulce mirada, la forma en la que acariciaba el cabello de su nuca, la forma en la que le besaba, todo en ella le hacía querer decir una y tras vez todo lo que la amaba, y todo lo que daría solo por estar a su lado.

-Te amo Hikaru...-Les respondió ella antes de verse presa de los labios del otro una vez más.