Home | Sobre la autora

sábado, 23 de abril de 2011

Wa totemo sukidesu | YamaJima | Drabble

Título: Wa totemo sukidesu.

Pareja: Yamada Ryosuke/Nakajima Yuto (YamaJima).

Género: Slash, shounen ai, yaoi.

Extensión: Drabble (1.035 palabras).

Trama: Fluffy (WAFF).

Fiction Rated: K (9+).

¡Como si pudiese! ¡Como si quisiese olvidarte! ¿Es que acaso no entiendes que tú en mi vida eres esencial? ¿Es que no ha quedado completamente claro? Yuto… Eres lo más importante para mí, y ya no sé qué forma encontrar para que entiendas la enormidad de mis sentimientos.

Sí, te amo. Te amo como jamás he amado a una persona. Tú eres lo más importante para mí, sin ti no viviría, sin tu sonrisa, tus bromas, tus abrazos, y sé que si llegase a probar tus labios, adicto me haría al instante. Tu dulce mirada, tu tierna sonrisa, todo me encanta de ti. Puede sonar algo tonto y cursi, pero esa es la ruda verdad, y necesito que lo entiendas… Te amo.

-¡Yama-Chaaaaaaan!- Gritaste corriendo hacia mí, con tu típica carcajada alegre, y tu sonrisa dulce que siempre me llena de algo tan indescriptible, como agradable.

-Yuto.-Respondí al ver que llegabas a mi lado. Me extraño verte tan exaltado, tu respiración era sumamente irregular y tus mejillas se encontraban sonrojadas, tu ropa se encontraba algo desordenada y una gotita de sudor caía de tu perfil izquierdo, por sobre tu mejilla. A pesar de ser extraño verte así, al mismo tiempo era algo sumamente adorable.

-¡Yama-Chan!-Exclamaste con una enorme sonrisa, al mismo tiempo que me abrazabas con fuerza, rodeando con tus brazos mi cintura. Lo admito, me sorprendiste, y demasiado. Ya en los últimos años de habernos conocido, jamás nos abrazábamos, era un agradable recuerdo que había quedado en el pasado, uno muy agradable.

-¿Q-qué ocurre, Y-yuto?-Pregunté en un tartamudeo evidente. Me avergonzaba estar así contigo, pero me agradaba, mucho, aunque el nerviosismo que sentía era enorme y me costaba a sobre manera ocultarlo.

-Nada.-Respondiste con tranquilidad, sin apartar tu cuerpo del mío.
Con algo de inseguridad respondí a tu abrazo y, con suma lentitud, mis brazos rodearon su cintura, al igual que tú, aferrándome a tu cuerpo, extrañando el calor que años atrás era tan normal y común para mí.

-¿Sabes…?-Preguntaste pensativo, dejando atrás aquel tono infantil que utilizabas, para ahora usar uno de seriedad y serenidad.- Extrañaba tus abrazos.- Mi corazón comenzó a palpitar con desenfreno. Aquello podía haber sido lo mejor que me había dicho en aquellos últimos años. Lo era, en realidad.

Inconscientemente, te abracé con algo más de fuerza, queriendo jamás alejarme de ti. ¿En verdad nos habíamos alejado tanto últimamente? No podía creerlo.

-Yama-Chan, Me gustas.-Dijiste de repente.

Mi corazón de detuvo por un momento, al igual que mi respiración. Mis ojos se abrieron más de lo normal y mi cuerpo se tensó por completo. No podía creerlo, no podía creer lo que estaba escuchando. Yo… ¿Te gustaba? ¿En verdad te gustaba?

En un acto de perplejidad, me alejé bruscamente de ti, tomándote de los hombros, sólo para observar tu rostro y así creer que lo que me decía, en verdad era real.

Tu sincera y dulce sonrisa me tranquilizó por completo, al punto de que una sonrisa conmovida se posó en mis rostro mientras que mis manos se posaron sobre tu pecho y mi cintura aún se sentía rodeada por tus brazos. Lo sabía, sabía que mis mejillas estaban sonrojadas, que mis ojos expresaban suma felicidad, y que tú no me mentías.

-Me gustas…-Repetiste en un murmullo mientras acercabas tu rostro al mío, a tal punto que su frente descansó, dulce, sobre mi frente.- Yo… ¿Te gusto?- Me preguntaste inseguro mientras que tus ojos huían de mi mirada.

¿Cómo eras capas de preguntar algo así cuando mis rostro completo expresaba la felicidad inmensa que sentía en ese momento?

-¡Baka!-Exclamé feliz tomando tu rostro entre mis manos provocando así que nuestras miradas se encuentren nuevamente.- Me gustas mucho…-Murmuró avergonzado pero seguro.
Aquella inseguridad que segundos atrás en tu rostro de posaba, desapareció por completo. Tu sonrisa, tan necesaria para mí, volvió a posarse en tu hermoso rostro, y una risita pícara dejaste salir.

Nuestras frentes se distanciaron pero nuestros rostros no. Tú me mirabas de esa manera que provocaba que el latido de mi corazón se acelerara, y más aún al ver esa expresión tan… Sensual. Aun que se notaba que no lo hacías a propósito, te veías tan hermoso.

La tentación era extrema y no pude resistirme, y al parecer tú tampoco. Nuestros rostros comenzaron a suprimir esa mínima distancia que nos separaba, yo inclinando mi cabeza levemente hacía arriba y tú hacia abajo. Mis manos bajaron hasta posarse subir tu cuello, acariciándolo con delicadeza.

Sentí aquella electricidad recorrer todo mi cuerpo cuando apenas nuestros labios se rozaron. Era sumamente delicioso sentir aquella cercanía entre nosotros, al igual que su respiración mezclada con la mía, y sus labios tan cerca de los míos.

Por fin ese contacto entre nuestros labios llegó. Mi corazón palpitaba velozmente, pero ya no me importó. Mir piernas temblaban levemente, pero no le di la más mínima importancia. Mis labios tocaron los suyos, casi morí, pero de felicidad.

Al comienzo sólo fue un pequeño contacto que nos incitó a querer más, y fue Yuto quién tomó la iniciativa entre los dos. No hay forma de explicar lo dulce y delicado que se comportaba conmigo siempre, y en esa ocasión no era la excepción. Comenzó a unir sus labios con los míos en pequeños toques, reiteradas veces, hasta que aquel toque se hizo más profundo. Nuestros labios se fundieron en los del otro y comenzaron a moverse acompasadamente, llenándonos de tantas sensaciones hermosas. Nuestras cabezas se movían hacia un lado y hacia el otros y nuestros labios se entre abrieron para dar encuentros a nuestras lengua que se saborearon con suma intensidad.

Fue en ese momento en el que supe que en verdad sólo había hecho falta probar los dulces labios de Yuto para hacerme totalmente adictos a ellos, y no desperdicié aquella oportunidad para besarles cuántas veces sean necesarias para ambos.

-Me gustas, me gustas, me gustas…-Decía una y otra vez mientras depositaba un pequeño beso sobre mis labios cada que lo decía. Yuto era tan cariñoso, tan dulce, que con sólo sonreírme provocaba que lo ame cada y cada vez más.

-Yuto…-Murmuré sonrojado captando por completo su atención- Me gustas mucho…


-Tú también me gustas muchos, demasiado en realidad.-Murmuraste para luego volver a besarme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Un pequeño comentario me haría realmente feliz y tú estarías alentándome a escribir mucho más. Gracias. ♥(: