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miércoles, 23 de marzo de 2011

Ai no saikou no okurimono | Takachii | Oneshot

Título: Ai no saikou no okurimono

Pareja: Takaki Yuya/Chinen Yuuri (Takachii).

Género: Slash, shounen ai, yaoi.

Extensión: Oneshot (2.230 palabras).

Trama: Fluffy (WAFF).

Fiction Rated T (13+).

Nota: Estoy tan emocionada, ¡Takaki ya cumplió sus 21 añitos♥! Y sé que se me hizo medio tarde, en Japón ya no es su cumpleaños, pero como un pequeño presente no me podía faltar un fic Takachii, ¡Y aquí lo tengo! No lograba terminarlo, y no sé si me quedó lindo o no, pero que lo terminé, lo hice, y disfruté demasiado escribirlo así que de todas formas soy feliz. Espero y Yuyan haya pasado un precioso cumpleaños, con muchos regalitos, sonrisas, felicitaciones y abrazos. Él es toda una ternura, y se lo merece♥.

Aquel joven se sentía tan solo cuando no estaba a su lado. ¿Por qué tenían que ocurrirle cosas cómo esas? ¿Por qué se sentía tan vacío cuándo su amigo y compañero de trabajo no estaba a su lado brindándole calidad miradas y tiernas sonrisas? Eso... ¡Era muy estúpido! Era evidente que comenzaba a sentir sentimientos más fuertes que los que llevan consigo una simple amistad, pero no podía aceptarlos. ¡No quería aceptarlos! El amor entre hombre y hombre era algo que él no podía permitirse. Tal vez suene medio racista o discriminador, pero no quería ser llamado... Gay.

Aun que, en ocasiones, al estar con Chinen sentía que aquellos pensamientos negativos eran sólo estupideces porque sólo junto a su pequeño Yuri era feliz. Sólo con aquella persona se mostraba realmente feliz y de buen humor.

Pero, eso no debía ser así. Era el momento de tomar una decisión porque esos sentimientos que cada día se fortalecían más y más debían desaparecer, por el bien de Yuri y el de su amistad. Entonces... ¿Qué podía hacer? La respuesta era desgarradoramente sabida pero le dolía llevarla a cabo. Lo único que podía hacer era alejarse poco a poco de su amigo, sólo hasta que esos sentimientos se volviesen nulos con el tiempo, y luego volver a acercarse una vez más, sintiéndose satisfecho con una simple amistad.

Pero, ¿Por qué a pesar de que aquella decisión parecía perfecta para solucionarlo todo, se encontraba así en ese mismo momento? Habían pasado ya varios meses luego de tomar esa decisión y, lamentablemente, nada había salido según su plan. En ningún momento había pensado en lo que sentiría su amigo si él se alejase de él poco a poco, por lo que el simple hecho de que Yuri se haya molestado por la actitud del mayor y se haya alejado él mismo de su lado, no lo tenía prevenido para nada.

Chinen había notado la actitud frívola que Takaki poro a poco comenzaba a brindarle, y aquello le ocasionada un dolor agudo en su pecho. Se había molestado con al mayor al no saber la razón de tal alejamiento y, actuando sin pensar, había decidido también alejarse de su amigo Takaki e ignorarle por completo.

Pero ambos muchachos no podían entender que con esa tonta actitud se alejaban ignorando por completo sus sentimientos. Se estaban lastimando a ellos mismos pensando cosas erróneas cuando en realidad ambos se necesitaban y lo único que querían era permanecer juntos, el uno al otro, por siempre.

Takaki observaba pensativo el paisaje que le brindaba el marco de una de las ventanas de la Johnny. En verdad se sentía cansado luego de una intensa práctica coreográfica con los JUMP. A pesar de ser el día de su cumpleaños número 21, no se había permitido recibir ni un sólo saludo de parte de nada. “Este día hay que trabajar y sólo trabajar. ¡No hay tiempo para celebraciones!” decía una y otra vez ante tales quejas de sus amigos.

Pero aquello sólo era una excusa. Todavía llevaba consigo los recuerdos de su cumpleaños anterior, el cuál había pasado junto a Yuri, quién muy alegremente le había preparado una deliciosa cena y le había obsequiado un collar que aún conservaba cómo si fuese de oro. Por aquellos recuerdos que revivía mentalmente una y otra vez, no deseaba celebrar para nada su cumpleaños. Era triste pensar que la persona que más quería en el planeta ya no estuviese junto a él y todo ocasionado por él mismo. Finalmente había llegado el momento en donde el arrepentimiento se encontraba carcomiéndole el corazón.

-¡Vamos Takaki-kun! Sólo un poco, un poquito...-Insistía Inoo Kei sin dejarle descansar ni un segundo.
-Inoo, no estoy de ánimos para ir al karaoke. Sólo quiero ir a descansar a mi casa.-Le contestaba con los mismo luego de casi 1O veces de haberlo repetido.

-¡Pero hoy es el cumpleaños de Takaki-kun1 Todos queremos celebrarlo junto a tí...-Le replicó el castaño ante la mirada de todos los JUMP quienes afirmaren ante la respuesta de Inoo.

-Pues, yo no quiero celebración.-Le contesto Takaki poniéndose de pie.

-¿Por qué?-Le preguntó Yuto.

-Porque...-Le observó a cada uno con duda, queriendo no responder a aquella pregunta. Pero al encontrarse con la mirada preocupada de Yuri sobre él, algo repentino se revolvió dentro de su estómago.- Porque celebrarlo me trae malos recuerdos.- Finalizó desviando y huyendo de la mirada dolorosa del menor. Sintió la mirada se todos los integrantes del grupo sobre él mientras se colocaba su abrigo y tomaba sus cosas para marcharse.

-¡Hasta mañana. Descansen!-Les saludó para luego desaparecer tras el umbral de la puerta.

Caminaba lentamente, sin prisa. Necesitaba pensar, relajarse, y permanecer a solas un momento. En verdad extrañaba estar junto a su amigo pero él había decidido que las cosas pasen así, ya no era tiempo de arrepentirse. El pequeño y único Chinen Yuri ahora le adiaba, o por lo menos eso aparentaba, y ya no había nada que podía hacer.

Un grito le sacó de sus pensamientos de la forma más brusca posible. Sus pasos lentamente se detuvieron, y su vista quedo fija en algo indiferente para él, puesto que sólo pensaba en la persona quien había gritado su nombre con tanto anhelo. Aquellos pasos apresurados se oían cada vez más lentos hasta que se detuvieron por completo justo detrás de él. Su respiración agitada era lo único que podía oír, y el latir desenfrenado de su corazón era lo único que podía sentir. ¿Realmente era él? ¿En verdad era Chinen Yuri la persona que había gritado su nombre de tal manera? ¿Era... él?

-Takaki...-Masculló Yuri a su espalda, seguido de un sollozo inconsciente. Al percibir el llanto del menor, el alto se giró casi al instante de haberle oído, teniendo frente a él a un Chinen con cabeza gacha, sus ojos ocultos tras su perfecto flequillo, y sus mejillas descubiertas, y húmedas por las lágrimas, sus puños se encontraban cerrados con fuerza cómo si quisiese contenerse de esa manera. Y sus labios... fruncidos y apretados junto al otro. Al verle en tal estado, estaba a punto de rendirse, de por fin rendirse y volver a cómo todo era antes. De envolverle entre sus brazos y de acariciar su cabello con delicadeza, cómo cuando eran pequeños. Pero su voz, la frívola y rencorosa voz del pequeño detuvo cualquier pensamiento por el estilo.

-¡Takaki baka!-Exclamó dolido Yuri, levantando su vista para encontrarse con el rostro confundido y dolido del otro, quién no entendía para nada la actitud del otro.

Al parecer el tiempo se detuvo para ambos, o algo así. Sus ojos parecían haberse unido por algún tipo de magnetismo invisible. La dura mirada de Yuri se fue endulzando poco a poco, y aquellos ojos furiosos ahora sólo mostraban tristeza y anhelo. El llanto del pequeño se intensifico por un segundo, para luego ir calmándose poco a poco hasta desaparecer y dejar sólo consigo suaves rastros de lágrimas en las mejillas del pequeño. Su cuerpo se relajó poco a poco, y sólo su mirada era la que se encontraba en alto, sólo fija en la del otro, quién aquel rostro confundido aún perduraba en él, pero ahora con algo distinto, o una sensación distinta. Chinen... En verdad se estaba comportando extrañamente. ¿Qué le ocurría?

De momento a otro, el cuerpo del pequeño se tensó levemente, y la mirada de Yuri huyó de la del mayor. Su corazón latía rápidamente, era momento de hablar.

-Yo...-Murmuró temeroso e indeciso.- Etto, yo... Tu...- Parecía luchar contra las palabras. No sabía cómo comenzar, cómo seguir y cómo finalizar, patético.- Bueno,... yo quería... Esto, quería...

-Yuri.-Le interrumpió Takaki provocando que el menor levantase la vista de repente. Los ojos de ambos se encontraron nuevamente, pero esta vez los de Takaki brindándole la confianza que le faltaba a Yuri. Confianza y valor de por fin hablar.

-Feliz cumpleaños.-Murmuró Chinen aún con los ojos fijos en el otro. La mano del pequeño viajó hasta el bolsillo de su campera abrigada por los días de inviernos y del comienzo de la primavera, y se adentró en el mismo para luego sacar de él una pequeña cajita rectangular de un color bordo fuerte. Takaki observó la pequeña cajita con notable curiosidad, por lo que Chinen no pude evitar el sonreír tontamente al verle en tal estado.

-Toma.-Murmuró entregándosela con delicadeza, bajo la intensa mirada del otro cuando sus manos se rozaron inevitablemente. Con las manos temblándole ligeramente, Takaki dirigió uno de sus dedos hacia la pequeña abertura que abrió la pequeña cajita, dejando a su vista un collar con una plaquita en donde sólo decía T.Y. La tomó delicadamente entre sus manos y la observo atentamente. Su corazón dio un vuelco tremente cuando la mano del más chico tocó la suya, tomándola para que esta giré la cadenita que con tanta delicadeza había mandado a hacer, dejando a su vista unas letras acompañadas de un logo que se le hacía totalmente conocido. Hace ya mucho tiempo lo habían diseñado con Chinen cuando apenas habían formado Hey!Say! 7 y al parecer el bajito nunca lo había olvidado, cómo él. Se quedó mirando la cadenita con detenimiento, hasta que la intriga le obligó a levantar la vista hasta toparse con los ojos del pequeño que le observaban expectantes.

-Feliz cumpleaños.-Repitió con una sonrisa triste. Takaki, repentinamente, se vio rodeado por unos delgados brazos que le abrazaban de la cintura, y un rostro que se escondía entre su pecho, mientras sentía cómo su camisa poco a poco comenzaba a humedecerse en ese sector. En verdad se encontraba paralizado, congelado. No sabía cómo actuar, qué hacer, y los sollozos del menor no le dejaban pensar claramente.

-Yo... Te extraño.-Murmuró el pequeño cuando su llanto se detuvo súbitamente. Takaki, reaccionando lentamente, alejó al joven de los hombros, sólo lo suficiente para poder observar su rostro brilloso de lágrimas. Extrañamente las palabras no salían de su boca, no podía hablar.- Eres... Un... Tonto.-Le murmuró Yuri con su rostro fijo en el del otro. Ya no había una expresión triste en su rostro, sólo una mirada pensativa que analizaba la expresión del otro con detenimiento.- Tú... Te alejaste de mi porque... ¿Me quieres?- Fue exactamente cómo un repentino y brusco jalón. Aquellas simple palabras hicieron que Takaki volviera a la realidad de la forma más brusca posible. El nerviosismo se apoderó completamente de él.

-¡¿Qué?!-Exclamo inconscientemente.

-Por favor no lo niegues.- Aquel comentario con un deje de dolor le dejo algo desconcertado. Chinen bajo la mirada y la poso en el pecho húmedo del otro, queriendo huir de la mirada del alto.- Yo... Te oí hablar con Inoo-kun el otro día. Tú le dijiste que te habías alejado de mí porque me querías... Y eso estaba mal.-Si segundos antes estaba paralizado, en ese momento se había congelado. ¡Maldición, Chinen le había oído! Efectivamente, varios días atrás había tenido una conversación con uno de los miembros de los BEST quién estaba enterado de su situación actual, y se encontraba preocupado de su amigo. Takaki le había dicho exactamente las misma palabras que Chinen había nombrado un par de segundos atrás. Que se había alejado de él porque le quería y... eso estaba mal.

-Yo...-Intentó hablar, pero fue interrumpido.

-¿En verdad crees que quererme está mal?-Preguntó Chinen dejando mudo al alto.-¿Tan... Poca cosa soy para tí?

-¡¿Qué?! ¡No, claro que no!-Exclamó Takaki al instante.

-Y entonces... ¿Por qué está mal?-Los ojos de Chinen comenzaron a verse vidriosos, y ya no podría hablar en un tono normal, sólo en murmullos.

-Chinen...

-¡Yo también te quiero, Takaki! ¡Y mucho!-Exclamó Yuri de repente.- ¡Entonces ¿Por qué está mal?! ¡¿Por qué está mal querernos?!

-Chinen...

-¡Yo en verdad te quiero! ¡Dime por qué está mal querernos! ¡Dímelo!

-¡Chinen!-Exclamó Takaki de repente.

Chinen Yuri se vio envuelto en un mar de sensaciones al segundo. Sus labios se había visto apoderados por los de Takaki, y su rostro se veía tomado por dos manos ajenas a las suyas. Takaki... Le estaba besando. Ese movimiento acompasado de sus labios, ese aliento que se mezclaba con el suyo, su lengua acariciando la suya tan deliciosamente. Aquello... ¿Era real? Sólo lo supo cuando sus manos tomaron el cuello del otro, queriendo profundizar aún más aquel contacto. Sí, por fin se estaba besando. Por fin estaban probando los labios del otro, por fin experimentaba aquellas sensaciones al besar a la persona que querían. Y su amor... Su amor se había multiplicado por mil.

-Yo te quiero Yuri. Te quiero demasiado... Por favor, perdóname.- Murmuró Takaki sobre los labios del nombrado, aún con sus ojos cerrados.

-Yuya...-Yuri estaba completamente sorprendido. Sorprendido, y feliz. Tan feliz que sólo podía expresarlo de una manera.- Baka...-Murmuró para volver a apoderarse de los labios del alto, saboreándolos cómo nunca habría imaginado haberlo hecho. Aquellos labios, aquella espléndida sensación. Definitivamente esa no sería la última vez que sus labios se uniesen de tal manera. Aquello.. Tal vez sería el comienzo de la verdadera historia de su amor. El mejor regalo de cumpleaños, el mejor regalo de amor.

2 comentarios:

  1. sabes, ADORO TU BLOG! es precioso!! y adoro aun mas tus fics, este era tan tierno y dulce adsasjdnj!! moriiii que lindo Chii y que preciosa manera de callarlo Takaki kun jajaja
    escribe mas takachii porfaaa me encanta esta pareja _:D

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  2. Asdfghj♥ Lindaa♥
    Gracias por tu hermoso coment ><
    Yo adoro tu blog y tus fics♥
    Y ya voy a comenzar a pensar en un TakaChii♥ tengo tan poco de ellos :c

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Un pequeño comentario me haría realmente feliz y tú estarías alentándome a escribir mucho más. Gracias. ♥(: