Home | Sobre la autora

viernes, 18 de febrero de 2011

Our impossible love | YamaJima | Oneshot

Título: Our impossible love 

Pareja: Yamada Ryosuke/Nakajima Yuto (YamaJima).

Género: Slash, shounen ai, yaoi.

Extensión: Oneshot (1.574 palabras).

Trama: Fluffy (WAFF).

Fiction Rated: K+ (9+).

Nota: Como aún no tengo mi laptop conmigo, no tengo mis escritos, pero aproveché de mi abandonado LiveJournal y les traigo este shot que no escribí hace tanto tiempo y que bueno, fue un poco antes de año nuevo :), Espero lo disfruten♥.

Sentía como el muchacho se iba acercando lentamente a él mirándolo tan dulcemente como siempre Yuto lo hacía con él. ¿Por que no se alejaba de su amigo? ¿Es que acaso esperaba que Yuto le besase como lo había hecho la última vez que se habían visto? No... ¿Es que acaso...? ¡No! ¡Eso no podía ser posible! Era imposible que...

- ¡Yuto no! -Exclamó Ryosuke alejando a su amigo bruscamente.


- Pero... - Ryosuke le interrumpió.


- ¡No Yuto! Tu y yo solo somo amigos. A MI GOS - Musito acentuando cada sílaba de la palabras. - Yo... Yo... Tu...


- Esta bien Ryo-chan. Te entiendo. - Le interrumpió Yuto al ver lo nervioso que se encontraba su amigo. Aunque se le partiese el alma que Ryosuke le rechazase, no podía hacer nada para gustarle. Ya lo había besado y no había obtenido una respuesta positiva de su parte.


- Yuto... - Murmuró Ryosuke al ver la tristeza que reflejaban los ojos del mayor, lamentándose no poder corresponderle. O...


- Ya, déjalo así Ryo-chan. No te preocupes. Fui un tonto al creer que yo podía gustarte, y... Y lamento haberte besado sin que tu lo quisieras. - Se disculpó, siempre tan amable él. - Mejor me voy. Espero que nuestra amistad no se vea arruinada por mi estúpida actitud Ryosuke. Adiós. - Le dijo poniéndose de pie y alejándose a paso lento de su amigo. Por suerte se encontraban en aquel parque muy poco transitado y su casa solo quedaba a un par de cuadras.

Intentó contenerse lo más que pudo. No vaya a ser cosa que por tal o cual razón Ryosuke se acercarse a hablarle y lo encontrase llorando y derramando lagrimas de dolor y pena.


- Debo ser fuerte... - Se murmuró cuando solo faltaba media cuadra para encontrarse, por fin, en su hogar. Allí sería el lugar indicado para desahogarse todo lo que él quisiera. De todas formas se encontraba solo en su hogar. Por vacaciones, sus padres habían viajado a su antigua ciudad, en donde se encontraba parte de su familia. Obviamente le habían ofrecido a que los acompañase pero en esas vacaciones él tenía un objetivo: Confesarle a su mejor amigo el amor que sentía hacia él. No importaba si era rechazado, que por cierto era lo más probable, porque necesitaba sacarse ese peso de encima. Debía decirlo porque sino pronto moriría. Y si llegaba a ser rechazado, lo afrontaría a como dé lugar. No quería perder su fuerte amistad con Ryosuke solo por sus inentendibles sentimientos que lo habían llevado a enamorarse de su mejor amigo.


- Al fin aquí... - Murmuró sintiendo como su cuerpo se derrumbaba en la entrada de su hogar.
Sin ponerse de pie, cerró la puerta a su espalda y comenzó a llorar a más no poder.


Ser rechazado... ¡Se siente horrible!” pensó sin poder gritarlo puesto que a causa del llanto no podía articular palabra alguna. Sentía un fuerte dolor en el pecho. Nunca ninguna persona lo había rechazada porque jamás se había enamorado de nadie. Ryosuke había sido su primer amor, un amor imposible.
Sabía que aquella era una muy posible consecuencia de su amor hacia su amigo, pero no le importo. Prefirió enfrentarlo en el momento adecuado a negar su amor por Ryosuke. No podía negarlo. Le amaba como a nadie y aquel sentimiento le abundaba una felicidad indescriptible que era imposible de ignorar. Era tan feliz al lado de Ryosuke que prefirió aceptarlo y vivir con aquel sentimiento. Sabía que en algún momento de su vida se arrepentiría, pero prefería disfrutarlo allí y lamentarse luego...

Un fuerte ruido le hizo despertar de su sueño, alguien golpeaba la puerta desesperadamente impidiendo que el volviera a dormir. En medio de sus penas el llanto había provocado que su cuerpo se sintiese cansado e irritado por lo que justo alli, en el frio suelo de la entrada de su hogar, se había recostado, conciliando tristemente el sueño que tanto le abundaba.


Irritado del golpeteo hacia la puerta de entrada, se puso de pie. Le dolía la cabeza de tanto llorar y el mínimo ruido cercano provocaba que el dolor se intensificase.


- ¡Ya voy! - Grito para la persona que se encontraba del otro lado de la puerta, poniéndose de pie. Le molestaba la impaciencia de la persona del otro lado. - ¡¿Que sucede?! - Pregunto molesto al abrir la puerta, frotándose un ojo y sin mirar a la persona que se encontraba frente a él.
- Yuto... - Murmuro aquella persona que Yuto tanto conocía.


- Ryo... ¿Ryosuke? - Pregunto paralizado al ver a su... Amor parado frente a él, con sus mejillas levemente enrojecidas y su respiración agitada. Lo miraba preocupado.


- Yuto... Estuviste llorando. - Afirmó el bajito con mirada segura.


- ¿Eh..? ¿Llorado? ¡Pff! ¡Claro que no! ¡¿Por qué piensas eso Ryo-chan? - Pregunto Yuto intentando hacerse el indiferente.


- Yuto no me lo niegues. Se te nota. Mira, tus ojos están hinchados. - Le dijo el menor acariciando levemente son sus dedos un poco más arriba de la mejilla de Yuto, justo en el lugar en donde la hinchazón de sus ojos se sentía.


Sin poder evitarlo, aquel dulce tacto de parte de su amigo, le relajo de una manera increíble, provocando que sus ojos se cerracen mientras él sentía como Ryosuke acariciaba su mejilla.


De repente, sin previo aviso, Ryosuke tomó el rostro del mayor entre sus manos y lo acercó hasta sentir como los dulce labios de Yuto se encontraban unidos con los suyos. Aquella sensación tan placentera provocó que su corazón diera un tumbo y comenzara a palpitar tan rápidamente como nunca lo había hecho.
Yuto tardó un rato en recapacitar. Definitivamente estaba sorprendido del actuar del bajito. Era... Era imposible que Ryosuke lo estuviera besando. Seguro que estaba confundido, pero... No podía. No podía no responder a aquel tacto. Los labios de su amigos eran tan adictivos como para decirles no, y ya no había marcha atrás. Su subconsciente había provocado que Yuto respondiera aquel beso, con puro amor y ternura, disfrutando de los labios de Ryosuke. Sintiendo como él jugaba con sus propios labios a su gusto, provocando una inmensa felicidad dentro de Yuto. Pero pronto recapacito y, sutilmente, alejo a Ryosuke de sus labios, queriendo alejarlo lo más posible hasta no sentir y fresco aliento sobre sus labios, pero le fue imposible. Dejar de besarlo ya había sido un reto para él, más no podía.


- Ryo... Ryo-chan. Esto... Esto esta mal. - Logro decir, seguido de un suspiro. Aquello era demasiado.


- ¡No...! No yuto. Yo... Yo he recapacitado. - Le respondió el menor con una dulce sonrisa.


- A... ¿A q-que te ref-fieres? - Pregunto inseguro.


- Yuto... Tú me gustas.


- ¡¿QUÉ?! - Exclamó Yuto sobresaltado, perdiendo el poco equilibrio que le quedaba y cayendo de espalda al suelo, con Ryosuke sobre él. Este rió suavemente ante la situación y ante la expresión que Yuto poseía en su rostro. - ¿Qué has dicho?


- Lo que escuchaste Yuto... Tú me gus...


- ¡No! - Exclamó Yuto queriéndose separar de Ryosuke, pero este se lo impidió.


- ¡Si Yuto! ¡Tú me gustas y lo digo de verdad!


- No Ryo-chan. Tú solo estas confundido, y me disculpo porque es mi culpa, pero yo NO te gusto. Entiéndelo. - Le contradijo Yuto, queriendo que su amigo entrara en razón.


- ¡No Yuto! Tú... Yo... En verdad te quiero... - Murmuró avergonzado sin dejar de mirarlo a los ojos. Yuto estaba shockeado, paralizado. No podía creer lo que estaba oyendo.


Ryosuke aprovechó la situación y, ya que Yuto no respondía, se acercó a él nuevamente, quitando la distancia que el mayor había ejercido sobre ellos segundo antes. No le quito la mirada de encima siquiera un segundo y se detuvo sólo cuando sus labios se encontraban a un roce de los de Yuto. Podía sentir la respiración del mayor sobre sus labios pero en ningún momento le quitó la mirada de los ojos. Quería que Yuto creyera en sus palabras porque eran totalmente ciertas. No lo había notado nunca hasta que Yuto le había besado, provocando que sus sentimientos salieran a la luz. Pero él no podía aceptar que se había enamorado se su mejor AMIGO. Eso era mucho... Pero luego recapacito. ¿Que importaba? ¿Qué importaba lo que los demás piensen o digan? ¿Que importaba el mundo exterior? Él en verdad quería a Yuto y aquello era lo único que le importaba, no debía pensar en los demás. Y estaba dispuesto a demostrarle a su amigos que sus palabras eran ciertas. No importaba como, pero necesitaba que Yuto le creyese y le aceptase porque debía hacerlo.


Yuto le sostenía la mirada. Aún estaba paralizado y solo se refugiaba en la mirada de su amigo. Sentía la respiración de Ryosuke sobre sus labios y eso le estaba enloqueciendo completamente, pero no debía ceder. No podía.


O eso creía hasta que escuchó la voz de Ryosuke murmurar palabras sobre sus labios. Aquellas palabras que le descolocaron en verdad. Aquellas palabras que siempre había deseado escuchar con aquella mirada segura de Ryosuke también.


Tan suavemente como le fue posible Ryosuke acarició la mejilla de Ryosuke y en un leve murmullo, le dedico aquellas palabras que moría porque Yuto creyese.


- En... En verdad te quiero Yuto... - Fue lo último que se oyó. Luego aquel dulce sonido que producían sus labios al besarse.

1 comentario:

  1. que hermoso ;___; te dije que amo el Yamajima? y mas cuando es asi de tierno!! ME ENCANTO! tan bellos todos confundidos... pero asi es el amor U__U siempre te fastidia al principio peo luego eres la persona mas feliz del mundo... me encanta como escribes! es super tiernis!

    ResponderEliminar

Un pequeño comentario me haría realmente feliz y tú estarías alentándome a escribir mucho más. Gracias. ♥(: